¶ Tāpoco es tal la sobrada afficion de jugar, sino quando es tanta, que haze determinar al jugador, a querer quebrantar alguna ley, o mandamiento, que obliga a pecado mortal.* Quanta es comunmente, en los q̃ no juegan por recreacion, sino por pura ganancia, haziendo de noches dias, y de dias noches, dexādo missas, y sermones, perdiendo, o poniendo a peligro de perder tanta hazienda, sin la qual no podrian mātener a su muger, hijos, y casa, como son obligados: ni pagar sus deudas al tiẽpo , que tienen prometido, perdiendo el credito, aun para les encomẽdar capitanias, y exercitos, por temor, que lo que les dieren para la paga dellos, lo jueguen: y no mirando, que todos los cuerdos y buenos murmuran dellos, y lloran su imprudẽcia y descuydo, viẽdo los en todo lo al concertados, y en esto desconcertadissimos, de mal exemplo, y perdidos.