PResuponemos lo primero [num. 112], que la luxuria es vicio del alma, que la inclina a querer deleyte desordenado de copula carnal, o de preparatorios della. Y su obra, y acto es, el querer, o desseo, o gozo de aquel deleyte. Y como todo deleyte, que nace de copula carnal, o de sus preparatorios, es desordenado, excepto el de la copula marital: por esto todo querer, desseo, o gozo de deleyte de copula, excepto el dela marital, es pecado, a que el vicio de la luxuria inclina, [*] y con que ella crece, se augmenta y gana fuercas.[*] De donde se sigue, quan euidente engano de almas castas es aquel sermon del demonio. Experimenta vna vez este deleyte, y despues nunca mas vses del: O hartate vna vez, y con tanto despidete del para siempre. Por que aquella vna experiencia, o hartura engendra , o augmenta mucho el vicio dela luxuria, el qual despues combate a vna con la naturaleza corrupta. Y por consiguiente mucho menos podra resistir el combatido alos dos, que pudiera al vno solo. Siguese tambien que mas facil cosa es guardar la virginidad, que la castidad vidual: y que mayores son las guerras, que padecen las casadas, que de tarde en tarde se ayuntan con sus maridos, que las monjas , que nunca se ayuntaron con ellos: que es gran consolacion para el estado clerical, y virginal angelico. Siguese, quan sancto consejo es para la guarda dela castidad, nunca experimentar este deleyte desordenado, o para siempre huyr, o renegar del como del diablo, conforme a aquello del Apostol a { 1. Ad Corint. 6. }. Fugite fornicationem . Y que la mas facil manera de vencerlo , es la de huyr del, y de todas sus ocasiones , segun Ioan Cassia b { In lib. de insti. mona. Tho. 2. Sec. q. 35. ar. 1. ad. 4. }. Y todos los sanctos padres. [*] ¶ Lo. ij. que este suzio, y abominable vicio, allende las seys o siete, o mas especies, que tiene (de que arriba c { c. 16. nu. 3. } diximos) es vicio capital, cardenal o caboral, porque del nacen ocho hijas infernales, segun S. Grego d { Lib. 31. Moral. }. y S. Tho e { 2. Secun. q. 153. ar. 5. }. recebido. La primera es: ceguedad del entendimiento, que haze errar acerca del conociemiento del buen fin. La. ij. precipitacion , que inclina a obrar sin consejo a cerca delos medios conuenientes para el fin. La. iij. Inconsideracion , que incita a no juzgar de lo que se ha de hazer como cumple . La. iiij. Inconstancia , que inclina a no perseuerar en lo bien determinado. La. v. Amor de si, que nos inclina a amarnos demasiadamente . La. vj. Aborricimiento de Dios, de que el por su misericordia nos libre. La. vij. Afficion deste mundo , que nos incita a su amor demasiado. La. viij. Horror del otro mundo que nos incita a su desordenado espanto. Las quales tambien suelen nacer de otras madres: pero mas ordinariamente desta suzia y maldita. Porque como ella con la vehemente passion del mayor deleyte de todos los corporales, al qual incita, haze, que la potencia inferior dela concupicencia amiga del, se ceue, ate, y o cupe en considerar y gozar, y querer gozar del: y la potencia inferior de la concupicencia , ocupandose tan de veras en ello, por la conjuncion , que tiene con la superior del entendimiento , la trae tras si, alas vezes como arrastrando , para que entienda en lo que ella, y se distraya, y dexe de entender , y ver lo que deue, acerca delos fines deuidos. Que no se aconseje , acerca de los medios, que para ellos conuienen , Que no considere lo que ha de hazer. Que no tenga constancia en sus buenos propositos , Que ame sobradamente a si mesmo, y a este mundo , Que aborrezca a Dios, y tema al otro siglo. ¶ [num. 113] De donde se sigue, quanto (mas que los otros) se han de alexar deste suzio y viscoso vicio todos los contemplatiuos ( que son clerigos, y religiosos) todos los letrados, todos los gouernadores, capitanes, y juezes, que tienen mayor necessidad de prudencia , sciencia , prouidencia , consejo, circunspecion , y constancia : assi acerca de los fines, que han de pretender, como acerca delos medios que para ellos conuienen . Y quanto todos los dichos, y los otros nos deuemos alexar de su malauenturada conuersacion , pues ella nos combida (alomenos por indirectas) a amar mas a nos, y a este mundo , que a Dios y al otro, y aun a aborrecer al mesmo Dios nuestro criador, gouernador, mantenedor , saluador y glorificador, y todo nuestro bien , que es el mayor de todos los pecados, como arriba f { Suprà. c. 11. nume. 14. } que da dicho. ¶ Las preguntas de la mesma luxuria pusieron se enel capitulo. xvj. siguen se las de sus ocho hijas.