¶ Lo. iij.
† que en los pecados dela carne no decienda mucho alas
circunstancias particulares,
preguntādo
preguntando
las por menudo. Porque
no prouoque con ello a si y al confessante a
deleitaciō
deleitacion
, Pues como
dize el philosopho
, lo deleitable tanto mas deleita, quanto mas
por menudo se considera. Porende quando preguntare de la polucion, voluntaria y extraordinaria, o de la fornicacion, no pregunte de la manera de hazer: Ca basta que se le diga, quantas vezes se
hizo, y lo que es necessario para conocer la casta y especie del pecado, sin mas decender a sus torpes circuntancias. Tanto que aun
no deue permitir al
penitẽte
penitente
, que las espicifique mucho, como despues de otros lo diximos alibi
. Y por consiguiente sumariamente deue preguntar de los besos, abraços, y otros tocamientos impudicos, a los que no son casados, y alos que lo son, menos, o no
no nada, sino para saber si ouo polucion extraordinaria, o si se hizieron con peligro probable della, porque, o no son pecados, o no
mas de veniales
comũmente
comunmente
, segun lo resoluio bien vn Cardenal
y abaxo se dira. Y aun enesso
q̃
que
preguntare, deue vsar de muy honestos vocablos, sin
nōbrar
nombrar
torpemente, lo que es torpe de oyr
.