PAra rayzes desto dezimos primeramente,
1
que quiẽ quien tiene algun cargo, ha de hazer aquello, que para descargarse bien, cumple
, sin demasiada curiosidad
gl. 1. d. c. Iudicātem Iudicantem .
. Lo. 2. que el confessor tiene vn cargo principal de la yglesia y por tanto deue preguntar al penitente lo que cũple cumple , y no mas, segun aq̃llo aquello de S. Aug. referido por Gracian.
y por el Maestro enel quarto
d. 19. ca. fin.
. El diligẽte diligente confessor pregũte pregunte cuerdamẽte cuerdamente al pecador lo que por ventura no sabe, o con verguença quiere encubrir. A loqual añade. S. Th.
que el cōfessor confessor deue escudriñar la cōsciencia consciencia del pecador, assi como el medico la enfermedad del enfermo, y el juez la causa del pleyteante. ¶ Destas rayzes se siguen muchos ramos.
2
El primero ser verdad lo que dize Angelo
. y mas largo lo diximos nos alibi
, conuiene saber, que el confessor es obligado, so pena de pecado mortala preguntar lo que vee, cree, y aduierte ser necessario, para que la cōfessiō confession sea entera, y fructuosa, qual es lo que le paresce, que el penitẽte penitente calla por ignorācia ignorancia , inaduertẽcia inaduertencia , o oluido
. Porque esto pertenece a su cargo
. Pero no es tal lo que le parece, que el penitẽte penitente sabe, y aduierte, y no lo dexa por oluido, ni verguẽ ça verguença . Ca entonces puede creer que no lo hizo, o lo tiene confessado. Aunque dexar de preguntar por inaduertencia, o oluido, no parece mortal
. ¶ Lo. 2.
3
que el confessor deue guardar tres cosas, que alibi
prouamos. La primera que no pregunte todo lo que puede auer cometido el penitente, sino solo aquello que comunmente, los de su qualidad suelen hazer
. Por lo qual no ha de preguntar al cauallero, de lo que comũmente comunmente , solos los Ecclesiasticos hazen, ni al ecclesiastico, de lo que comũmente comunmente solos los caualleros. Lo segundo que no pregunte, sino de los pecados acostumbrados, que todos los saben hazer, quales son la transgression de los diez mandamientos, los siete pecados capitales, las faltas de los quatorze articulos dela fe, de los sacramẽtos sacramentos de la yglesia, de las obras de mise| ricordia, de auer mal guardado los cinco sentidos, y cosas semejātes semejantes , y no de los pecados occultos que los muy maliciosos han inuentado, sino tan cauta y dissimuladamente, y por tales circunloquios, qui si los hizo los diga, y sino los hizo, no los aprenda.
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