SIendo
† rogado el confessor para oyr al penitente, deue de buen consejo hazer estas cosas. Primeramente,
leuantar su coraçon a Dios, diziendo, mas
cō
con
humildad de spiritu, que con la boca estos versos
.
Cor mun
dum crea in me Deus, & spiritum rectum innoua in visceribus meis.
* Limpiadme Dios el coraçon, y poned en las entrañas de mi alma vn spiritu recto, y vna recta intencion para que no me mueua
*
(alomenos principalmente) a este negocio. por gloria, ni por
haziẽ
da
hazienda
, ni carnalidad, ni desseo de agradar, o de saber nueuas. Antes todo mi fin (o alomenos el principal sea) Señor vuestra gloria, y la salud desta anima,
q̃
que
me llama, o ruega.
Ne proijcias me â facie tua, & spi
ritum sanctum tuum ne auferas à me. Y no me alanceys señor, de vuestra presencia, quitando, o dexandome de dar la lumbre necessaria, para ver, y alumbrar a este, que por mi la espera de vuestra misericordia. Antes me dad animo, y espiriru, para sopearlas tentaciones,
q̃
que
de oyr pecados agenos
nacẽ
nacen
.
Redde mihi lætitiā salutaris tui, &
spiritu principali
cōfirma
confirma
me. Dad me la alegria,
q̃
que
nace
đ
de
la memoria
deuota del Saluador, y dela cierta
esperā
ça
esperança
de
alcā
çar
alcançar
la salud deste
y mia, por
vr̃a
vuestra
mĩa
misericordia
, y no la pierda por las fantasmas de los pecados,
|
que oyere, y esforçadme
cō
con
aquel spiritu principal, que como principe, enseñorea, y gouierna los pensamientos, y apetitos baxos, de
las potencias inferiores.
Docebo iniquos vias tuas, & impij ad te conuer
centur.
Con el qual pueda enseñar vuestra voluntad a este, que se conoce por pecador, para que conuertido a vos, glorifique vuestro
sancto nombre, in secula seculorum. Amen.