VIsto este libro con diligencia, por mandado del Prouincial, me parece que la doctrina del es sana y catholica, sin auer cosa contra la fe, ni religion, y allende desto, es vtil y prouechosa para todos los tratantes, y para los confessores, y predicadores, y aun para los que ensenan, y leen aunque sean cathedraticos, porque toca cosas que no tan facilmente caeran en ellas.