CAPITVLO PRIMERO,

De lo que significa, i comprehende propriamente este nombre Indias. Tratase de las Orientales; i de las partes en que los Antiguos dividieron el Orbe.

DIos mediante, pretendo formar una breve Politica Indiana en Romance, sacada de los libros, que en Latin, mas por extenso he escrito, i han sido bien recibidos, del Derecho, i Govierno particular de las Indias, que llamamos Occidentales; que juntamẽte juntamente pueda servir, i sirva de Epitome, ô Compendio de ellos; pero sin omitir nada de su sustàcia sustancia .
I para algun cimiento de tan gran edificio, me ha parecido for çoso
premitir brevemente, que esta palabra Mvndo, dicho assi por el ornato i asseo con que Dios le compuso;
tomada en general, comprehende Cielo, Tierra, i Mar, i todas las criaturas, que en estas partes fueron criadas, i colocadas. I segun la mas comun division,
se divide en quatro Climas, ô Regiones: Cōviene Conviene à saber, Oriente, Occidente, Septentrion, i Mediodia.
El Oriente, i el Occidente se dizen assi, por caer en las partes donde nace el Sol, ô se pone. Septentrion es el que està entre el Polo Artico, i circulo Equinocial: i tomô este nombre de siete Estrellas, que se miran en aquel cielo, i parece figuran siete bueyes uncidos. La Meridional se dixo, porque està à la parte donde el Sol haze la mitad de su curso, ô su dia; i cae entre el circulo Equinocial, i Polo Antartico, que es el opuesto del Artico: I por interponerse la tierra, no se puede ver el uno del otro. De donde nacio, que a este Polo Antartico le llamamos tambien Meridional, i con mas frequẽcia frequencia Avstral, por el viẽto viento Austro, que dezimos Solano, i sopla del Tropico Estival, que està en esta parte: como tambien à la contraria Septentrional la solemos llamar Aqvilonar, por el viento que de ella sale, con curso, ô buelo tan arrebatado como el del Aguila.
Pero si restringimos la significacion de la dicha palabra Mvn| do à los dos elementos de Agua, i Tierra, que juntos hazen un cuerpo globoso, ô redōdo redondo , que llamamos Orbe Terrestre, avremos de seguir otra particion mas comun, i usada delos Antiguos, que le dividià en tres partes, Evropa, Africa, i Asia.
Asia coge, i ocupa todo lo que ay de tierra, i agua desde el Medio dia por el Oriente, hasta el Setentrion. Europa se estiende desde el Setentrion hasta el Occidente. Africa en lo demàs, que resta desde el Occidente hasta Mediodia. I segun esto, Asia viene à coger la mitad del Orbe conocido por los Antiguos, i la otra mitad parten Europa, i Africa. I la razō razon fue, por averlas acortado, ô apartado assi el Màr, que llaman Magno, ô Mediterraneo, interponiendo en ellas sus braços, que salen del Oceano, como se puede ver en las tablas de Abrahamo Ortelio, i otros muchos Autores,
que jũtamẽte juntamente dan la causa de los nōbres nombres de estas tres partes del Mundo, i sus sitios, provincias, costumbres, i propriedades.
Pero yo, por contenerme en los terminos de mi intẽto intento , solo digo, que dentro de los de la Asia cae la noble, i dilatada Region, que comunmente llamamos India Oriental, i en la Sagrada Escritura se dize Hevilath,
de Hevila hijo de Iectan, que fue el primero que habitô, i poblô algunas de sus provincias. La qual tomô el nombre de India, de Indo: hijo de Gog, rebisnieto de Noe, i nieto de Sabo, a quien el mesmo Noe embiô à poblar la Arabia Feliz, ô Sabea, i las regiones de esta India.
O como dize S. Isidoro, i otros, del rio Indo, que la divide de la Persia, i la riega desde el Occidente al Oriente, con tanta fuerça de aguas, que puede competir con el Nilo, i el Ganges, i aun los excede, si se mira la lōgitud longitud de su curso.
I Plutarcho en el docto Opusculo en que trata de los Rios, añade, que este tomô el nombre de un noble mācebo mancebo llamado Indo, que en unas fiestas, ô sacrificios de Bacho viciô a una In fanta, que ministraba en ellos; i huyendo del padre de ella, se arrojô, i ahogô en el, i le dio su nombre, aun que antes se llamava Mausolo.
El apellido de Oriental, que se añade a esta India, le proviene de estenderse sus terminos por la mayor parte, no solo àzia el Oriente del Asia, sino de todo el Orbe, hasta llegar al mar Oriental, que los Griegos llamā llaman Eoo, que es lo mesmo que en Latin dela Aurora.
Pomp. Mela lib. 1. cap. 2.
I por el Setentrion la rematā rematan , ô cierran los collados del monte Tauro, i por el Mediodia el Oceano Indico. De suerte, que coge en ancho i en largo mas de cinquenta i tres grados, ô Meridianos, i cae la parte de ella, que mira al Mediodia, debaxo de la Torrida zona, i la Boreal, ô Setentrional debaxo de la Templada. I unos dizen,
que para navegar toda su costa, son menester quarenta dias naturales de navegacion, otros sesenta. Otros la hazen mayor, que lo restante de la Asia: I que solos sus Indios excedẽ exceden en numero à los demas mortales: I otros afirman, que contiene en si la tercera parte del Mundo. I Filostrato escribe,
que ninguna Region del se puede cōparar comparar con ella, ni aun la de Etiopia con ser tan grā de grande , aunque la juntemos con la de Egypto.
De esto ha nacido la gran diferencia, que entre los Autores
Magin. do tab. 32.
se halla en su division, i demarcacion, entre las quales es sumamente confusa, i dificultosa la de Abdias Babylonio,
Pero todos convienen en la exageracion de su grandeza, i excelencias de cielo i suelo, i en que es el principio de todas las tierras, i la mano derecha del Mundo, i dō de donde puso Dios el Paraiso terrenal; mezclando algunos muchas fabulas entre estas verdades, especialmente cerca de sus monstrosos habitadores.
Todo lo qual no es de maravillar, porque aunque es cierto, que de estas Indias Orientales tuvieron noticia,
i descubrieron, caminaron, i conquistaron alguna parte Bacho, Hercules Egypcio, Alexā dro Alexandro Magno, Sesoostris, Antiocho, | Hanon Cartaginense, i otros algunos Emperadores, i Capitanes Romanos, i que los Iudios poblaron en ellas algunas Colonias.
I que despues predicaron la Fè de Christo Nuestro Seũor Señor en las mesmas los gloriosos Apostoles San Bartolome en la India Citerior;
i en la Vlterior Santo Tomàs, por renō bre renombre Dydimo, que es el que propriamente merecio llamarse Apostol de ella, por lo mucho que trabajò en convertirla, i aver alli padecido Martyrio, i dexado en Maliapur su santo cadaver, segun la mas comũ comun opinion;
que despues llegò à ser certeza, mediāte mediante el valor, i cuidado de Nuestros Portugueses, cō probado comprobado con innumerables milagros.
Todos estos descubrimiẽtos descubrimientos , i noticias fuerō fueron mui cortas, i cōfusas confusas , para lo mucho que avia que penetrar, i inquirir, en tan varias, i estẽ didas estendidas Provincias. I aun essas se vinieron à perder casi del todo en Europa; como lo advierte bien Tomas Bozio,
por la ignorancia de la navegacion, i por la dificultad de ir por tierra à estas Indias, aviẽ do aviendo de atravessar tanta, que fueron ocupando enemigos, de leyes, i naciones diversas; hasta que en tiempo de nuestros Padres, los valerosos Lusitanos, que son los que mas han conquistado, i llegado à saber de esta India, començaron à tentar su navegacion; i despues fueron penetrando lo interior, i exterior de todo el Oriente, dando no solo vista à sus inmensas, i dilatadas Provincias, sino ilustrandolas con la Fè de Christo, i quitando muchas de ellas à los Moros, que injustamente las ocupavan.
Cuyas historias, i alabanças por tan gloriosas empressas, refieren, i encarecen con razō razon , muchos, i graves Autores.
I aun no pudo negarlas el Frāces Frances Forcatulo, si bien descubriẽdo descubriendo el odio, ô envidia, que los de su Nacion tienen à la de España, dize, que los Portugueses obrar on estas hazañas, por huir de su mucha miseria i pobreza.
Siendo assi, que el principal logro, i tesoro, que sus invictos Reyes pre rendieron en estas conquistas, fue convertir, i ganar à Dios, i à su Iglesia, las almas de tantos infieles, como lo manifestô la piadosa Embaxada,
que el Rey Don Manuel embiò al Papa Leon Decimo el año de mil i quinientos i veinte i tres. I la carta, digna de tener en memoria, que el Rey Don Iuan el Tercero escrivio à su Virrey de la India Don Iuan de Castro,
I el gran cuidado, que siempre tuvieron, de buscar, i embiar escogidos Ministros para estas cō versiones conversiones . Entre los quales fue uno, el que valio, i puede valer por muchos, Bienaventurado San Francisco Xavier,
que peregrinô once años en estas tierras, en los quales bautizò innumerables personas, que solo en el pueblo de Tholo passaron de veinte mil, i procedio de suerte, que es tenido, i llamado Nuevo Apostol de ellas, i por aver resplandecido en virtud, i milagros, merecio ser canonizado con general aplauso de todo el Orbe Christiano, por Gregorio Decimo quinto en doze de Março del año de mil i seiscientos i veinte i dos.
I à este cuidado, mas que à otros medios humanos, atribuyeron los Reyes de Portugal las mercedes, que avian recebido de Dios en estas conquistas. I reconociendolas como de su mano Don Iuan el Segundo, se començ ò à llamar Señor de Guinea: i Don Manuel, i sus sucessores,
De la navegaciō navegacion , i comercio de Etiopia, Arabia, Persia, i la India, añadiendo por timbre un globo Esferico al Escudo Real de sus Quinas, con una letra, que de notava, aver sido los primeros que le investigaron, i conquistaron.

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