Porque como dize bien Ioseph de Acosta, k{ Ioseph Acosta de nat. novus Orbis, lib. 1. c. 16. }ni podemos pensar, q̃ passô a ellas el arca de Noe, ni que algũ Angel traxesse por el aire los progenitores de estas gẽtes, como al Profeta Habacuch desde Palestina à Babilonia; l{ Danielis c. 14. vers. 35. }por q̃ no preguntamos lo q̃ Dios pudo hazer, sino que se puede entẽder que hizo, segun el orden, i razon de las cosas humanas.