Porque siendo cierto, que antes tenian i gozaban en lo mejor de Europa tantos Reinos, i Estados como sabemos, i la gran parte que ocupaban de Africa, i mayor de la Assia, con la dominacion de la India Oriental, q{ De estos Reinos, i Estados, qui velit specialem relationem, videat Borrel. de praest. Reg. Cathol. Mainard. de dit. Reg. Philip. Boter. in relat. univers. p. 2. lib. 2. & plures alios apud Me, d. c. 16. n. 51. }anadida aora esta quarta parte del mundo, si es que dignamente la podemos llamar assi, pues sola ella vence en grandeza, abundancia i riqueza las otras tres, que antes se conocian, como va lo dexamos advertido i probado: r{ Sup. c 3. novissim. D. Ioan. Valencuela, cons. 82. n. 69. & in discurs. star. & belli, p. 1. consid. 1. n. 22. & 29. }bien se dexa entender, que desde que Dios crio el mundo no ha avido Imperio, que pueda compararse con el suyo, assi en lo dilatado, como en lo rico, i lo poderoso. Como nos lo reconocen aun los Escritores estranos, f{ s. Surius ann. 1558. Alanus Copus, dial. 6. Bozi. Ortel. Mainold. Borrel. Mastril. & innumeri alij apud Me, d. c. 16. ex n. 42. Iacob. August. Thuanus, lib. 1 hist. pag. 5. Th. Campanella Hisp. Monarc. c. 31. Bessold. de Orbe Nov. pag. mihi 32. Carol. Scrib. in Politica. }i con elegancia Bautista Guarini en el prologo o prefacion de su Pastor Fido, que hablando de nuestro Rey de Espana, dize: