Siendo assi, que aunque no queremos, ni podemos negar, que mucha de la gente ordinaria iria a estas navegaciones, i conquistas, alentada con esse cebo. En nuestros Catolicos Reyes, i en sus bien mirados Caudillos, siempre tuvo el primer lugar el de la conversion de las almas de los Infieles; como lo descubre la piadosa Oracion, i Protestacion, que don Christoval Colon hizo, luego que puso pie en las primeras islas, i tomo possession en ellas, i por las mas, que esperaba descubrir. f{ s. Refert hanc orationem P. Martyr, decada 1. Noui Orbis, & Additionat. Benzonis libr. 4. c. 8. Ego, d. c. 16. n. 101. & seqq. }I las Christianas i religiosas instrucciones que se daban a todos los que se embiaban a nuevos descubrimientos, de que ay tan repetida mencion en toda la Historia de Antonio de Herrera, i bolveremos a tratar en el cap. 12.