En consideracion de estas razones, i de otras que ponderaremos enel capitulo 5. tratando por aora, i en primer lugar, de el servicio, que como diximos, introducian los Encomenderos, i que es injusto, i indigno de permitirse, i de los grandes danos que por causa del se han recrecido a los Indios en muchas Provincias, i que por esto se ha prohibido siempre con grande solicitud, cuidado por nuestros Reyes, lo dizen i prueban latissimamente el Obispo de Chiapa, Acosta, Antonio de Herrera, i otros Autores, f{ s. Chiapa in tract. trium propos. proposit. 26. & seqq. Acosta d c. 17. Herrera decade 1. lib. 7 c. 8. & alibi passim Ioan Matienzo de moder. Reg. Peru, lib. 1. cap. 13. Torquemada, & alij apud Me, d. 2 tom. c. 1. nu. 7. Agia pag. 8. cum leqq. & pagin. 42. cum sequent. }i en particular el Padre Fr. Miguel de Agia Franciscano, que hizo, i imprimio en Lima el ano de 1604. ciertos discursos sobre estos servicios personales. I son de verdad casi innumerables las cedulas que de esto tratan, g{ Quas reperies apud Auctor. sup. relatos, & in 4. to. impress. ex pagin. 292. & in ordin. Mexic. fol. 173. }mandando, que assi en la Nueva Espana, como en el Peru. i otras provincias, cessasse este modo de servicio, i que los Indios que assi tuviessen oprimidos los Encomenderos, fuessen puestos en su entera libertad, i se tassassen los tributos, que les debiessen pagar por razon de sus encomiendas, en dinero, o en otras cosas, i especies, i solo essas tuviessen obligacion de dar i pagar.