I no parece, que entre Chrisstianos, dexasse esto de tener yà de antiguo alguna prohibicion, ò nota de indecencia, pues en las Actas de San Sebastian, o{ Landmeter supr. vide verba apud Me, d. c. 24. n. 45. }se lee de S. Tiburcio, q̃ dixo al Presidente Fabiano: "Que no creyesse, que eran Christianos de veras, los que viesse andar cuidadosos de la blandura, i blancura de su cuerpo, i del asseo, i ornato de sus guedexas, amassen los barberos, ò pisassen menudo como mugeres; porque nũca Christo se avia dignado de tener tales pestes por siervos suyos."