I aunque dotrina tan cierta i tā solida, como la de este grave varon, no necessita de mas fundamentos, hartos apoyos la pudieramos dar, con los muchos Textos i autoridades de divinas i humanas letras, t{ Cap. si Papa, c. homo cũ ibi notat 40. dist. 1. quidā, de iur. iuran. c. quāv. 7. q. 1. c. præcipuen. l. 24. & 50. tit 5. p. 1. q. 3. cũ lat. adductis à Guimier in prag. Sanct. pag. 236. Mast. de Magist. li. 6. c. 1. Bobad. in Polit. li. 1. c. 3. per tot. Me, d. c. 24. nu. 44. & seqq. }que requieren estas mesmas atenciones en los que han de regir i governar à otros, cuya vida viene à ser como censura de los que dellos penden, cuyos descuidos ò pecados se derivan por el mal exẽplo à los subditos, i assi son dignos de mas severa animadversiō i castigo, como fuera de otros, lo dixeron bien Salviano, i San Isidoro, v{ Salvian. lib. 4. de proi. Isid. de sum. bono lib. 1. c. 18. vid. verb. ap. Me, d. c. 24. n. 46. } I con su acostumbrada elegancia Cassiodoro, x{ Cassiod. li. 1. Epist. 18. vide ver. ap. Me, d. c. 24. n. 46. in fin. }enseñando, quanto conviene que respeten i guarden virtud i justicia, los que tienen à cargo darla à los pueblos. I que no es licito que peque ni exceda, quiẽ ha de medir i contener à otros debaxo de la regla de la equidad, porque no venga à ser dechado, torpe de vicios, quien fue puesto para obrar i persuadir institutos loables.