I los tales Encomenderos, sabiendo, que avian de ser perpetuos, tambien es llano, que demas del servicio del Rey, i del Reino, mirarian con mayor amor i cuidado por los Indios, que les fuessen Encomendados, i por su salud, i conservacion; lo qual hazen muy de otra suerte los que los tienen por vidas tan limitadas; porque mirando sola la ganancia presente, los hazen las molestias, i vexaciones, que se suelen oir, i encarecer tanto, no cuidando de lo futuro, viendo que se los han de quitar, sin passar a sus hijos, i descendientes, cosa muy natural, i ordinaria en los mercenarios, arrendadores, i otros qualesquier, que por tiempo limitado gozan, desfrutan, o administran haziendas agenas, como nos lo dize San Mateo en su Evangelio, i otros Autores, t{ Matthaei 2. Actuum 9. c. adversitas 7. q. 1. Trid. sess. 23. cap. 1. de reform. }i hablando expressamente en los que desfrutan los Indios, i las Indias, Ioseph de Acosta, u{ Acosta d. libro 3. de procur. Ind salut. c. 5. vide verba apud Me, d. c. 30. n. 53. }i en los Corregidores, i Magistrados, i si es mejor que sean perpetuos, i no anales, o temporales, por este mesmo temor i rezelo? otros muchos que refiere Bobadilla, x{ Bobadill. in polit. lib. 1. c. 17. ex num. 1. & alij ap. Me, d. cap. 30. nu. 45. }trayendo la vulgar fabula del perro llagado, que queria mas sufrir las moscas, que estaban ya cebadas ensus llagas, que espantadas essas, llamar otras de nuevo, i hambrientas, que le chupassen, o mordiessen con mayor furia.