I finalmente concluyo, que de qualquier manera q̃ dispongamos estas materias, siẽpre se han de hallar inconvenientes, como siempre vicios, miẽtras huviere hombres, segun otra sentẽcia del mesmo Tacito, con quien convienen las graves palabras de Seneca, en que dixo, a{ Seneca lib. 1. de benef. c. 10. vide huius & aliorum verba ap. Me, d. c. 30. ex nu. 111. ad 114. }que nuestros antepassados se quexaron, i nosotros nos quexamos, i los q̃ de nosotros vinieren se quexarā, de que las costumbres se han estragado, reina la maldad, i las cosas humanas van de mal en peor, i se empeñan, ò despeñan à todo pecado. I otras de Plinio Iunior, b{ Plin. Iun. lib. 4. epist. 25. }q̃ hablando de lo que passaba en su tiempo, dize, que no sabe adonde bolverse, ni de q̃ remedios valerse; por q̃ en todo hallaba mas fuertes los vicios, que los remedios, i que assi lo dexaba à Dios, q̃ es quien cuida de nuestras cosas, i quien solo puede disponerlas sin vicio, como convenga.