I tambien nos fundamos, en que la costumbre, para que escuse de pagar diezmos, debe ser razonable, i legitimamente prescripta, con tacito, o expresso consentimiento del Principe; porque de otra suerte, antes sera corruptela, como lo dize bien el Dotor Martha. d{ Martha de iurisd. 2. par. 4. partis, c. 43. }