I lo mostraban los Romanos, de los quales dize Tertuliano, q{ Tertul. in Apolog. cap. 1 & 2. } que quando conociā de algun delito, aun no se contentaban con que el reo le huviesse confessado, para echarle la ley à cuestas, antes inquirian sobre esso la calidad del hecho, el numero, el lugar, el modo, el tiempo, los compañeros, los sabidores, i aun despues de averiguado todo esto, solian dezir, ò desear, que el homicida negasse.