I esto serà mas cierto, si siguieremos la dotrina de los que enseñan, que estamos obligados à seguir quando juzgamos, o aconsejamos, las opiniones comunes, i mas aprobadas ò probables, i que pecan los que hazen lo contrario, como ponderando para ello algunos Textos, i dotrinas de Santo Tomas, i de muchos antiguos Teologos i Iuristas, lo dizen Navarro, Covarruvias, i otros infinitos, que refieren Cateliano Cota, Zevallos, i Torreblanca. p{ L. scire, §. aliud, de excus. tut. Clem. 1. de Sum. Trin. D. Tho. Bald. Alex. Iass & alij apud Navar. in Man. c. 27. n. 286. Cottam verb. Opinio, Zevall. in præfat. cōm. op Covarr. in præst. cap. ult. Torreblan. de iure spir. lib. 15 c. 7. }Aunque Mastrilo q{ Mastril. sup. lib. 6. c. 10. nu. 113. & seqq. }viene à resolver, que podria tener escusa el juez, q̃ juzgasse contra alguna opinion comun, quando hallasse ley, ò razon contraria, que manifiestamente la convenciesse. I Iuan Sanchez, despues de aver disputado bien este punto de las opiniones comunes, i probables, tambien concluye, r{ Ioan. Sanch. select disp. 54. n. 11. pag. 533. vide Me 2. tomo, lib. 3. c. 1. num. 62. } que estarà seguro en conciencia, el que reduce i sigue en pratica, opiniones Escolasticas i teoricas, si siente con juizio cierto i especulativo, que son probables, pero no, si este juizio no fuesse cierto, i firme, porque en essa duda mas se debe arrimar à la comun opinion.