Por que este es tambien vicio, que le han de procurar escusar, i si nace de pusilanimidad, es totalmẽte contrario à la magnimidad, que tanto se desea en los Principes, i Magistrados. De los quales se dize en el Eclesiastico, p{ Eccles. c. 7. ibi: "Noli quærere fieri iudex, nisi valeas prærumpere iniquitatẽ, & resistere faciem potentis." }que no pretendan tales cargos, sino tienen valor i brio para castigar con el las maldades, ò si se han de dexar vencer por el temor de los poderosos, i dar con esto nota, i mormuracion en sus juizios. Donde lo primero que se pide i requiere es la igualdad, como lo dize una regla de derecho, entendida bien en este sentido por Iacobo Revardo. q{ L. in omnibus, D. de regul. iur. ubi Rævard. }I la celebre Decretal de Inocencio IIII. r{ Cap. 1. de sentent. & re iud. lib. 6. }en que ordena à los juezes, que miren mucho, i atiendan con gran prudencia, que en los processos, i determinaciones de las causas no vengue nada el odio, ni lo usurpe el favor, vaya fuera el miedo, el premio, ò la esperança dèl, no tuerça la justicia; antes, teniendo el peso en las manos, pesen con la igualdad de su fiel las balanças, teniendo solo à Dios delante de sus ojos, i imitando su exemplo.