I por esta mesma causa, i la del gran menoscabo que avria en el comercio de Espana, i principalmente, porque no se lleve la plata a Reinos estranos, esta assimesmo prohibido, aun con mayor estrecheza, que a los del Peru no se pueda traer, ni en ellos vender, tener, traer, ni gastar seda, ni ropa alguna de la que llaman de China, con pena de perdimiento de toda la que se traxere, i tuviere, i delos navios en que viniere, aplicado por tercias partes, Camara, juez, i denunciador. I se manda, que para que en esto se proceda con mayor vigilancia, i cuidado, el Virrey pueda nombrar, i nombre un Oidor de la Real Audiencia de Lima, que sea juez privativo de todos los descaminos, i contravandos, i otros qualesquier pleitos, que sobre esta ropa se ofrecieren, i recrecieren, como consta de la cedula que sobre esto se despacho el ano de 1596. aplicandole la tercia parte (aunque despues se la mandaron quitar otras mas nuevas, de que ya hize mencion en el capitulo tercero del libro quarto de esta Politica.) La qual se aprueba, i manda executar por otra del Bosque de Balsain, a 4. de Otubre de 1600. anos, dirigida a don Luis de Velasco Virrey del Peru. I de S. Lorenco 4. de Setiembre de 1612. dirigida a la Audiencia de los Reyes. I por otras de Madrid 5. de Setiembre de 1608. i de 28. de Mayo de 1620 demas de aprobarse lo mesmo, se anade, que toda la seda, i ropa de China, que assi se tomare por perdida, i descaminada no se permita que por caso ni razon alguna, quede en el Peru, aunque se diga, que es para el Culto Divino, o para aforrar los vestidos, i sombreros de los soldados del Reino de Chile, sino que assi como se aprehendiere, se embie luego a los Reinos de Espana, registrada a la Casa de la Contratacion de Sevilla. Lo qual debio de fundarse, en que por poca que quedasse en el Peru, vendida a titulo de estas permissiones, se pretenderia despues paliar, i disculpar, quanta se fuesse descubriendo, i aprehendiendo. Porque es de notar, que estas cedulas no solo mandan proceder contra los que la traen de China, sino tambien contra los que de ellos la compraren, tuvieren, o gastaren, por poca que sea, como parece por sus palabras, i por las Dotrinas, i pratica general de Espana, que quando las leyes e{ L. 49. tit. 18. lib 6. Recop. l 8. tit. 6. eod. lib. }usan de otras semejantes, refiere, i assienta por corriente Bobadilla, tratando de los juzgados de sacas, i Aduanas. f{ Bobad d. libro 4. cap. un. n. 20. pag. 501. }