I tengo por cierto, lo que dize Mayolo, de la penuria de este metal, porque aunque en diferentes partes, i tiempos he visto hazer ofrecimientos, i registros de minas del ningunas han llegado a ser de sustancia, i solo las que hasta oy sabemos que la tengan en todo el mundo, son, las de Carintia en Alemania, las del Huancavelica en el Peru, i las de Almaden en Espana, cuyos pocos descubren, que se comencaron a labrar desde el tiempo de los Romanos, i assi lo da a entender Plinio, n{ Plin. dict. lib. 33. cap 7. & ex eo, Acosta d. lib. 4. c. 11. }diziendo, que llebavan a Roma cada ano mas de diez mil libras de sus metales para solo aprovecharse del bermellon, i que esto lo tenian por excessiva riqueza.