I de este beneficio usaron, i usan en esta manera (yendose mejorando, i subtilicando mas cada dia) muelese el metal en unos ingenios que hizieron a la ribera de un rio, que se llama Tarapaya, que esta dos leguas del cerro de Potosi, i despues de molido, se cierne en unos cedazos de telas de alambre, i se echa en caxones capaces de cincuenta quintales del, i de cinco de sal, i sobre esto se echa el azogue que parece ser necessario, para que esta harina se amasse, i incorpore una con otra, i luego la dan fuego manso por debaxo, con la llama de unas pajas a manera de esparto, que llaman Icho, con lo qual, i repassarlo muy amenudo, en cinco o seis dias se incorpora el metal con el azogue, i se lava despues en unas tinas grandes, o pocas de agua, hasta que en el fondo de las bateas, queda el azogue, i la plata, lo qual se junta, i esprime fuertemente en un lienco, en que queda echa la pella de plata, i el azogue que sale della, se recoje en otras bateas. Destas pellas se hazen las pinas a modo de panes de azucar en vaslos de barro. A los quales dan fuego en unos hornos, que tienen hechos para este efeto, i con el fuego se acaba de exhalar en humo el azogue, que ha quedado en la pina, i queda la plata acendrada, la qual se reduce a barras, llevandola a ensayar, i quintar a las caxas Reales, como lo dize el mesmo Padre Acosta con gran distincion. t{ Acosta dict. lib. 4. c. 12 pagin. 227. } Anadiendo, la suma importancia de que ha sido este beneficio, porque mediante el, el azogue atrahe toda la plata que el metal della tiene, poca, o mucha, sin dexar nada en ella, i la embeve en si, como la esponja al agua, incorporandola consigo, i apartandola de la tierra, plomo, cobre, almartaga, i otras malezas con que se cria, por la oculta, i natural propriedad que Dios puso en el para este, i otros efetos.