I no se debe estrañar la propriedad de estas piedras, que sirven de carbon, porque Nicolao Leonico s{ Leonic. de varia histor. libr. 2. c. 3. pag. 119. } escribe, que en Thracia ay un rio, cuyas piedras, como si fueran leños, se encienden facilmente, i sirven tambien en lugar del, pero cō una muy particular, i admirable diferencia, porque en soplandolas, ò meneandolas, se mueren, i extinguen, i por el contrario, echādolas agua, se avivan, i echan de si mayor llama. Pero que el olor que dellas sale quando se queman, es tan grave, i pestilente, que aun las serpientes, i animales que por alli ay, no le pueden sufrir, i basta para auyentarlos. En Flandres es muy usado este genero de carbones, como lo refiere Mayolo. t{ Maiol. in colloq. 18. lapides, pag. 310. ubi etiam de Indijs ex M. Polo. }