Con los quales cōtesta, el poco caso q̃ de ellas, i de la plata, i del oro han hecho algunas Naciones, estimando mas el hierro, estaño, cobre, i açofar, i otras cosas que nosotros tenemos por viles, como lo refieren Iuan Boemo, Pineda Mayolo, Zuingero, i otros Autores, b{ Ioan. Boem. de morob. omnium gen. pagin. 28. 114. 193 227. 361. & alibi passim, Pined. in Salom. pag. 242. & 330 Maiol. colloq. Zuinger. in Theat. hum pag 3808 }trayẽdo el exemplo delos Etiopes, i de estos nuestros Indios Occidentales, q̃ tan baratas nos permutaban estas, q̃ llamamos riquezas, i diziendo, q̃ si las han començado à tener en algo, es porq̃ de nosotros lo hā aprendido. Por lo qual concluyo S. Clemẽte Alexandrino, c{ Clem. Alexand. lib. 2. 1. pædag. cap. 12 pag. 242. & libro 3. c 6. pag. 265. Proverb. 8. "Melior est sapientia lapidibus pretiosis colligite me super aurum, & lapidem pretiosum, & argentum electum, &c." vide ad idem Maiol in colloq. de lapid pag. 319. in princ. }q̃ es de niños, i faltos de juizio el admirar, ò estimar tales piedras, i riquezas, i q̃ las verdaderas consisten en el animo verdaderamente Christiano, i son la virtud, justicia, i buena razon, que como se dize en los Proverbios, vale mas que el oro, piedras preciosas, i plata acendrada.