Con que en esta parte no viene a ceder su piedad a la de los Christianissimos Reyes de Francia, de los quales dizen Bleiniano, i otros Autores, r{ Bleinian. de beneficijs, c. 9 n. 36. & 51. Probus de Regalib. q. 52. nu. 4. Copin. de sacra Polit. tit. 3. n. 7. ad fin. & tit. 7. a n. 15. }que aplican siempre la Regalia absoluta, que se han tomado en estas vacantes, para obras pias, i no para sus proprias utilidades. Aunque Yo, esta juzgo en los Reyes por la mas propria, pues por mucho que den a Dios, i a su Iglesia, es mas lo que les buelve, i galardona, no solo en la otra vida, sino aun en esta, como largamente, i con muchos exemplos, i autoridades lo tengo dicho en otros lugares. s{ Sup. lib. 4. c. 4. & d. c. 12. }I aora anado, el del Emperador Tiberio Segundo de Constantinopla, al qual, como lo cuenta San Gregorio Turonense, i otros, t{ Turon. lib. 5. hist Fran. c. 19. Paul. Diacon. de gestis long. lib. 3. c. 5. Maluend. de Antich. lib. 6. c. 11. pag. 331. Ambros. Marlian. in Thesaur. Politic. c. 25. pag. 260. }la Emperatriz Sophia le increpaba, que las riquezas que el Emperador Iustino su marido, i ella avian juntado en tantos anos, el las expendia muy aprissa, i prodigamente, en las limosnas que repartia. A que respondio, que esperaba en Dios, que no por esso vendria a menos su patrimonio, pues su divina palabra le asseguraba, que el socorrer pobres, i redimir cautivos, eran los verdaderos Tesoros. I assi lo vio cumplido con brevedad, porque passando un dia por el patio de su palacio, vio una lossa, que tenia esculpida una Cruz, i pareciendole, que esto era de gran indecencia, i contra las leyes, u{ Rub. & l. 1. C. nemini licere signum Salvatoris nostri humi, &c. }que tenian dispuesto, que tan santa i venerable senal no se pudiesse poner en el suelo, mando quitar la lossa para borrarle, i se hallo debaxo della otra con otra Cruz, i quitada tambien esta otra, en la mesma forma, la qual alcada, se descubrio un Tesoro, que passaba de mil centenares de doblas de oro, con que prosiguio mas alentado, a continuar la costumbre de sus limosnas, I ay quien diga, x{ Maluend. ex eod. Turenens. & alijs ubi supra. }que poco despues le descubrio un hombre viejo, mediante la mesma misericordia divina, otro mayor Tesoro, que aquel gran Capitan. Narses avia dexado escondido en una cisterna, desde el tiempo del Emperador Iustiniano, en una ciudad de las muchas que gano en Italia, donde labro una gran casa, i este solo viejo vivia, de todos los que se le ayudaron a poner, i esconder.