La ciencia del Autor en las hiſtorias de Indias, quando no eſtuviera declarada en el Epitome de la Biblioteca Indica, apenas ſalido de las prenſas, i ya alabado de los doctos; en la porta deſte libro ſe conociera; cuya eſtampa en el dibujo curioſo enſeña la licion grande, tanto en apropiar la pintura à la obra, como en retratar lo imitado con la propiedad; ſobre poniendo, en lugar eminente, las armas del Real Conſejo de Indias, con el Plvs vltra, que abraça las colunas: deſengaño de los q̃ en las de Hercules, imaginaron fenecido el continente de la tierra, por uer, como eſpirando, en braços del mar, la longitud de Europa; guardando las eſpaldas â la Isla de Cadiz, que no ſerà poca dicha tenerlas ſeguras. Las Coronas imperiales ſignifican, duplicado el Imperio Eſpañol con el deſcubrimiento del Mundo Nuevo; cuyo viage recuerda la nave ſobre el mar, valiente empreſa de Criſtoval Colon, en que ſe embarcô la Fè, a buſcar los habitadores de tan remotos climas; que parece profetizarſe por Eſaias: Meæ enim Inſulæ expectabunt, & naves maris, leyendo Forerio, Naves Tharſis, cum primaria, como ſi ſeñalara armada Eſpañola, i Capitana ſuya; provable fundamento para mas eſpacioſa pluma. Ni eſ tan pueſtas ſin intento muy particular, pues la orla, Pro Indiarum Regio Senatu, da à entender, que donde ſe trata de Confirmaciones Reales, propiamente ocupan las armas, el lugar del Supremo Conſejo, que las concede, en nombre de la Real perſona. El Indio retrata el rico i poderoſo Reyno del Perù, con trage de Inca, calçadas las uſutas, i pueſto el llautu, con que reiteradamẽte ceñian los Reyes la cabeça con la borla colorada, i dos plumas blancas i negras, robadas de los cuchillos de las alas à las aves, q̃ llamavã , Conquenque: reſpetadas por eſta, deſde Villcanuta, adonde ſe criavan, haſta los ultimos terminos del Imperio en que ſe pedian. El arma, q̃ tiene en la mano, es en forma de parteſana, la qual davan al que armavan Cavallero, i le llamavan, Champi, diziendole al entre garſela: Auca cuna pac. para los crueles tiranos. El animal de que ſe acompaña, es el que llaman, Huanacu-llama, no poco ſemejante al Camello; i tan neceſ ſario en las Provincias del Perù, como ignorado en las reſtantes del mundo; i aſsi propio de aquellas. Tiene el Indio en la mano el Cerro de Potoſi; Indiano Olimpo, â quien el Sol fia ſecretos de plata, que aun no ha ſabido un monte callarlos. Su altura parece, querer borrat los atreboles a las nubes, con tan hermoſa viſta, que entre muchos cerros que le acompañan, ſe deſcubre con dominio ſobre todos; que mucho, ſi es tan rico? Tiene en ſus faldas el que llaman, Huayna, hijo ſuyo, que aun los montes parecen bien con herederos. Eſte ha dado à Eſpaña deſde el año de 1546. que ſe deſcubrio, mas de quatrocientos i ſetenta millones: que liberal no ſe can ſara? Aſsi dixo Benzono: Nequè enim tantæ magnitudinis ullus mons eſt; quem ſi ſemper inde tollas, at nihil reponas, al quando non exhauſeris. Cauſa de embidiar tanto las naciones eſtrangeras à eſta Monarquia; que confieſ ſan cõ eſto la mas poderoſa. Con peſar lo dize Gualtero Raleg: Ipſo enim facto deprehẽdimus , Regem Hiſpanum, propter divitias, & opes Regni Perù, omnibus totìus Europæ Monarchis, Principibuſque ſuperiorem eſ ſe. No llegando los Incas â la ſuma poteſtad, por no aver conocido eſte Cerro: ya caduco, i ſuſtentado ſobre eſtacas; con tantos ſocavones, flaco, i con tan pocos mitayos ſervido: tiene muchas enfermedades de pobre, que ha ſido rico. Las armas, que acõ pañan al Indio, ſon las de los Reyes Incas: en eſcudo azul dos culebras de oro, enlaçados los eſtremos, teniendo en las bocas el llautu, con la borla colorada, que fue la inſignia Real; con el Sol de oro, i la Luna de plata. Ponian en el eſcudo al Sol, porque le adoravan, preciandoſe los Incas de ſus deſcendientes, i llamandole ſu padre. Lenguage, que en otros era blasfemia, i los apedrearan, ſi ſe atrevieran â uſarle. La Luna, con las miſmas circũ ſtancias , dezian ſer primera madre de ſus Pallas i Coyas, que eran las ſeñoras i Reynas; dibuxando las culebras, ſino para ſeñalar la prudencia de ſus mayores, para reconocer la inmunidad de ſus fabulas, con que creìan, poder los Incas trãsformarſe en ellas, como lo fingio Atahuallpa, afirmando, que en la guerra de ſu hermano Huaſcar, eſtando preſo, le avia convertido el Sol en culebra, i que en eſta forma ſe avia librado de la pri ſion: tanto credito davan â ſus Reyes eſtos barbaros, cuyas palabras juzgavan infalibles en el credito, ſiendo falſas en la ficcion.