H ONRAR V. Señoria los eſtudios, efeto es del lucimiento, que los ſuyos en Eſpaña, i fuera della hã merecido i logrado: pues nunca eſtima tanto los agenos, quien profeſ ſa menos los propios. Por favorecer los mios, aunque humildes, conociendolos tan inclinados a las materias de Indias, ſe ſirvio de mandarme, que en un memorial le propuſieſ ſe, lo que por leyes, cedulas i ordenanças Reales eſtà diſ pueſto, i ſe pratica en aquellas Provincias, en Encomiendas i mercedes, ventas i renunciaciones de oficios, i otros caſos, de que al Supremo Conſejo, en que V.S. tan dignamente aſsiſte, acuden à ſacar confirmacion, por ſer eſtos los deſpachos mas fre quentes, i de cuya formalidad i derecho ſe requiere mas entera, i eſpecial noticia. Intentè, obedeciendo, ſatisſazer al mandato, i luzjò tanto en la obra, que me neceſsitò à que reformando el titulo, i alterando la diſpoſicion, el que començ ò memorial acabaſ ſe libro. Eſtudio aſ ſegura el diſcurrir por tantas, i tan diferentes Provincias, i reducir à principios ciertos, i reglas generales, derecho tan irregular, como el de las Indias. Que ſi bien los años, que en ſu inteligencia he gaſtado, aun a los ojos, i orden de ſus mas prudentes legisladores, me pudieran dar alguna luz; hallanſe tan indigeſtas i confuſas las materias legales i politicas de aquellos Reynos, por no aver començado ninguno a tratar dellas; i es tan dudoſo el acierto en los primeros deſcubridores, que pudiera reuſar el parecerlo en eſtas, a no animarme el patrocinio de V.S. pues nacio tan ſuya eſta obra, que primero que el ſer, tuvo el amparo, privandome del merito de la eleccion. I en tanto que el graviſsimo cargo, con que los negocios de la Catolica Corona de Eſpaña, por mayor acierto de ſus reſoluciones, detienen à V.S. en la Criſtianiſsima de Francia, para que los eſtrangeros reconozcan, que copiò de ſi miſmo las calidades, que tan docto enſeñ ò neceſ ſarias en los Conſejeros de los Reyes: admita en voluntad grande, dichoſo logro de pequeño caudal; para que favorecida de V.S. manifieſte la menor obra, ciertos indicios del mayor deſeo. Guarde Dios a V. S. i trayga felice, cõ los aumentos, que merece. Madrid 6. de Iulio de 1628.