Regla Quinze.


Regla Quinze.

TOdas las vezes que los Iuezes, ó ſsus Tenientes, ó Alguaciles criados ſalẽ ſalen por los pueblos de ſsu diſstricto, no à admini ſstrar juſsticia, ſsino a recojer lo que tienen repartido de ſsus mercaderias, han de comer a ſsu coſsta y pagar todos los cauallos, tamemes, y otros aderentes que para eſsto fuerẽ fueren meneſster, y ſsi no lo pagan pecan mortalmente, y tienen obligacion a reſstituir todo lo que vale lo ſsuſsodicho.
Prueuaſs ſse eſsta Regla, quando los miniſstros de juſsticia ſsalen a ſsus negociaciones, no ſsalen como miniſstros del Rey, ſsino como mercaderes particulares, y no importa que de camino hagã hagan algunas cauſsas, porque ſsu principal fin no es eſs ſse, ſsino ſsus granjerias, pues a ſsolas las cauſsas no ſsalieron, ſsino que llamarã llamaran los Indios a ſsu cabeſsera, como lo acoſstumbran hazer: luego como las demas perſsonas particulares pagã pagan todo lo referido, deuen pagarlo ellos.
Aduierto a los PP. Confeſs ſsores, que los caſsos pueſstos en todas eſstas Reglas (y los que ſse pondran en las ſsiguientes, y otros inumerables tan injuſstos, y feos como ellos, que no pongo por evitar prolijidad, y porque ſseria hazer vn gran volumen) no ſson caſsos fingidos ſsolo para exemplificar la doctrina, ni ſson caſsos que paſs ſsan de otra manera de como yo los refiero, ni ſson caſsos cõdicionales condicionales , como dezir: ſsi ſsuce| dieſs ſse eſsto, auria obligaciõ obligacion a eſstotro; ſsino caſsos que realmente paſsan aſssi como eſtã estan eſscritos, tan cierta y frequẽ temẽte frequentemente como es ſsalir el Sol y ponerſse cada dia, y como los miſsmos miniſstros de ju ſsticia pueden teſstificar, y echar de ver ſsu malicia ſsi es aſssi que quieren ſsaluar ſsus almas, pero muchos dellos me han dicho a mi, que ſsino es deſsta manera, con eſs tos malos tratos es impoſsible no ſsolo ſsuſstentarſse, ſsino dexarſse de perder en los cargos.
A eſsto de ſser impoſsible dexarſse de perder, yo concedo, porque la hazienda mal ganada no ſse puede cõ ſeruar conseruar , y juntamente con el alma del que la poſsee ſse ha de perder.
A lo otro, que no es po ſsible ſuſtẽtarſe sustentarse tengolo por falſso, porq̃ porque por eſs ſso quiere Dios que aya algunos Alcaldes mayores buenos ( avnq̃ avnque muy pocos, y ſseñalados) que ſse abſstiené en ſsus cargos de todo el mal proceder ſsuſsodicho, y eſstos tales ſse an ſsu ſstentado honradamente; y con eſs ſso an dado a entẽder entender que no es poſssible ſsuſstentarſse ſsin injuſsticias, y que la ley de Dios, ordenanças, y leyes del Reyno no son impo ſsibles de guardar.
He querido aduertir eſsto en eſste lugar, por algunos Confeſs ſsoresque ( avnq̃ avnque muy doctos) por eſstar recogidos en ſsus Ygleſsias, y Conuentos, y no tener experiencia de lo que por aca fuera paſs ſsa, con la miſsma facilidad oyen de penitencia vn ſsujeto deſstos, como ſsi oyeran vna madre de familias, que no trata mas que de criar, y doctrinar ſsus hijos, y tanto credito dan a la relacion que vno deſstos haze de ſsu vida, como ſsi confeſ ſarã confessaran vna per ſsona muy eſscrupuloſsa de conciencia ya conocida, ſsiendo tan al reuez ſsu vida, de ſsu relacion, como es lo bueno de lo malo; por lo qual pues los Cõfeſ ſores Confessores ſson juezes es neceſs ſsario que hagã hagan lo que en el fuero exterior hazen los prudentes juezes que a los confeſs ſsantes cabilo| ſsos les hazen tantas preguntas, y repreguntas, que les vienen a coger a palabras, y a hazer que mal de ſsu grado deſcubrã descubran la verdad, que ſsiendo preguntados ſsimplemente avian antes negado y ocultado. Y ſsi por eſstas Reglas fueren preguntados podrá ſser que vean por ſsus ojos quan incapaces de ab ſsolucion eſtauã estauan los que antes parecian vnos Angeles.
Loading...