Aunque por la mayor
parte los tales juezes, y mini
ſstros de ju
ſsticia, no
ſsuelen
confe
ſs
ſsar
ſse, ni hazer e
ſscrupulo de
ſstas trampas del demonio (que ellos tienen por
niñerias) diziendo, que no
les remuerde la conciencia,
no por
ſser buena, y
ſsana,
ſsi
no por
ſser tan mala, y e
ſstar
tan ciega, y encan
ſserada,
que ya no vee, ni
ſsiente los
yerros, y malès que tiene hecho, y haze,
ſsino los que dexa de hazer, no por
q̃
que
ſse les
quede ninguno de
volũtad
voluntad
,
ni por de
ſscuydo,
ſsi no por |
mas no poder, aunque todo lo pueden, pues hazen
todo quanto quieren,
ſsin
que aya quien les vaya a la
mano,
ſsino quien les ayude
a que
ſse vayan por
ſsu pie al
infierno, y a
ſssi
ſse condenen
vnos, y otros por
ſsu propria
y ciega voluntad, haziendo
engaños, y latrocinios tan
inauditos, y e
ſscandalos, que
otros que ellos, y los e
ſspiritus malignos, no los hizieran, ni inuentaran.