A lo qual re
ſspondo por
ellos, y por la ley de Dios.
Quanto á lo primero digo:
deuemos de entender, y juzgar de cada vno
ſsegun
ſsus obras, como lo en
ſseña N. Saluador, y Mae
ſstro Ie
ſsu
Xp̃o
Christo
.
A fructibus eorum cognoſscetis
eos.
Por que, como por el
fructo
ſse cono
ſse el arbol
ſsi
es bueno, o malo: a
ſssi las obras exteriores Chri
ſstianas,
que vemos en e
ſstos Indios,
deuemos juzgar por ellas,
q̃
que
ſson Chri
ſstianos; y al contra|
rio las malas, y peruer
ſsas,
q̃
que
hazen los malos juezes E
ſs
pañoles, ellas me
ſsmas
dizẽ
dizen
por
ſsi, que
ſson de paganos;
pues las obras de los vnos
ſson de fieles, y las de los otros de infieles. Y ba
ſsta la humildad, y paciencia con que
e
ſstos de
ſsventurados Indios
ſsufren, y bajan la cerviz al
pe
ſsado yugo delas inju
ſsticias, y grandes de
ſsventuras,
q̃
que
padecen con los inju
ſstos mini
ſstros de ju
ſsticia, para
entẽ
der
entender
piado
ſsamente, que Dios
por
ſsu mi
ſsericordia (como
ama a los humildes, atribulados, y
ſsufridos)
ſsuplira
ſsus
faltas, y poco talento, y les
perdonará
ſsus pecados, y ca
ſstigará con grande, y riguro
ſsi
ſssimo juyzio a los
ſsoberuios, y podero
ſsos, que con
fuerça tiranica, y nombre
de ju
ſsticias fal
ſsas,
ſsacan a
e
ſstos pobres en todo la hazienda, y la vida, y aun el alma (que es lo que mas
ſse ha
de llorar) haziendo a muchos huyr al monte, vnos a
de
ſse
ſsperar, y morir
ſse, y otros a apo
ſstatar de la fee. Y
a
ſssi,
potentes potenter tormenta
patientur.