¶ Si ha mas de vn año que el enfermo no
cōfesso
confesso
, y comulgo, o es
notorio pecador, y subitamente perdio el entendimiento, o la ha|
bla: y ni antes, ni despues parecieren enel señales de contricion, o si
sabe que murio en pecado. M. no le han de dar sacramento, ni sepultura.
¶ A los que se
† confiessan enel articulo dela muerte, no
se les ha de poner penitencia exterior, alomenos grande, para que
alomenos entonces la cumplan. Mas deueseles de declarar,
para los prouocar ala interior, que es contricion: y esto mas por modo de esperança, y consolacion (representandoles la benignidad,
q̃
que
con sus braços extendidos significa el crucificado por nos
alcā
çar
alcançar
perdō
perdon
) que por via de temor, y terror de su diuina justicia,
Porq̃
Porque
en
aq̃l
aquel
passo, mas tentado es
hōbre
hombre
de
desesperaciō
desesperacion
(como dize. S. Gregorio) que de
presumpciō
presumpcion
. Mas deue el
cōfessor
declarar
declarar sela, diziendole qual penitencia merecia, y que por estar enfermo no se la da,
y persuadirle, que conciba proposito de que sanando (plaziendo
a Dios) hara aquella penitencia, o otras buenas obras, con que satisfaga a su justicia, por ser esto muy prouechoso en si, y gran parte de satisfacion, y necessario, para ganar las indulgencias, como
antes
deziamos, y aconsejarle, que si la enfermedad fuere creciendo, haga, o mande hazer en su testamento alguna limosna, en lugar della, antes que fallezca: o que ruegue a algunos amigos suyos,
que la haga por el, antes que muera, repartiendose la entre todos.
Y despues absuelualo (como arriba se dixo) segun la mente de Hostiens.
y de Paludano.
In. 4. d. 20.
q. 3. art. 2.
Porque es cierto, que vno por otro puede
hazer penitencia, con que pague la pena que el otro deue enel purgatorio, como alibi lo diximos.
Despues
† induzgalo a recebir todos los sacramentos de la yglesia
cō
con
mucha deuocion, y que todo
se someta alos infinitos
meritos dela passion de Iesu Christo, desconfiando de sus merecimientos, y confiando delos della, que basta para pagar por mil mundos.
Y que este firme en la sancta fe
catholica, sobre la qual ha de ser (mas que nunca) tentado en aquel
passo. Y si el demonio le preguntare, que es lo que cree: digale, que
lo que la sancta madre yglesia: y repreguntado, que es lo que ella
cree: digale,
q̃
que
lo que el: y no entre mas en disputas. Y si le dize, como es possible tal, o tal articulo: digale, que vaya a disputar con los
que gouiernan la yglesia, y sus letrados, que estan sanos, y que no
esta el en tiempo de disputar, sino enel de creer lo que tanto apostol, tanto martyr, tanto confessor, y virgen creyo, y murio por ello, y agora lo estan a el esperando enel cielo los braços abiertos, si
cō
con
la mesma se muriere. Y si le dixere, como vn tan
grāde
grande
pecador,
como el, ha de entrar adonde esta tanto bueno? digale, que desconfiando de sus
merecimiẽtos
mereciemientos
y
cōfiando
confiando
delos de. N. S. Iesu Christo,
|
y de su gloriosissima madre, y de
tātos
tantos
buenos, que alla
estā
estan
. y procure el confessor
† o quien estuuiere
cō
con
el enfermo, que lo menos
que ser pudiere, piense en sus parientes, amigos, y cosas carnales: como son muger, hijos, y la hazienda, &c. y no sea dada mucha
confiā
ça
confiança
de salud corporal: Porque muchas vezes, por vna vana, y falsa consolacion, y incierta
esperā
ça
esperança
della, incurren en cierta damnacion. Por lo qual le deue muchas vezes hablar de la muerte, no embargante, que por esso se turbe, entristezca, y se
espāte
espante
. Porque mejor es, que con saludable terror compungido se salue: que con palabras lisongeras relaxado, se condene. y cierto, es mala
costũbre
costumbre
la
delos, que por no espantar con la nueua dela muerte a los que
estā
estan
en peligro della, no se la dizen, con peligro del alma,
cōtra
contra
el exemplo de Esayas,
que con saludable terror induzio al Rey Ezechias
a la salud de su alma, diziendo. Dispone de tu casa, porque moriras, y no viuiras. El buen amigo entonces lo deue animar a se determinar, a nunca mas pecar
mortalmẽte
mortalmente
mediante la gracia diuina,
y a pesar le mas que de ninguna otra cosa de auer offendido mortalmente a su Dios, y auerse hecho por su culpa enemigo mortal
de quien lo crio, lo rescato, lo mantuuo, le conseruo la vida, salud,
honrra, y hazienda, y de quien lo ha de juzgar, y por su misericordia le ha de dar los reynos soberanos del cielo, donde con su madre
benditissima, y todos los sanctos lo veamos, gozemos, y glorifiquemos
in æternum. Amen.